jueves, 25 de abril de 2013

Luna de abril

Esta madrugada, en que el oficio nos aprieta a deshoras (por la Feria, todo sea por una buena causa), el cielo nos regala un plenilunio maravilloso. Qué blanca y que rotunda sobre el cielo azul de Los Pedroches. Cascabeleando y dando saltos de princesa entra de rondón en mi vaqueriza, y me saluda a boca llena. Qué buenos augurios me presume, qué buenas palabras me susurra y me dice al oído despacito. Yo la escucho embelesada sin perder ripio de mis cosas, mirando su belleza inmensa sin recato. Dice el abuelo que la luna de abril es dicharachera en pronósticos, porque habla muy claro diciendo lo que sabe..., y sabe mucho del campo y del tempero. Hace siglos que los hombres de la tierra miran la luna y escuchan sus decires..., hace mucho que hombres ya han perdió hasta el oído, y no miran siquiera al firmamento. A mí me encanta entender, y casi no lo entiendo, todo eso que señalan los de antes: que si está clara y rotunda –dicen– las cosas marchan por sus pies; que la sementera fragua con el rocío de la luna clara..., que la primavera viene por sus cauces y hace lo que tiene que hacer. Son cosillas de cuidado, que hay pensar dos veces. Y aprender. De la belleza..., ni hablo..., porque hay que mirar y ver, hay que escuchar y sentir; hay que tocar el aire con las yemas de los dedos y frotar el cristal de la mañana, y hasta sufrir el vientecillo hiriente de la noche que te hace sentir viva. Otros más entendidos en estas lides nos ponen al tanto de los eclipses, que de no ser por ellos ni los veríamos, como el esta noche, cuando la luna lunera derrota galanura en Escorpio..., o dentro de unos días (10 de mayo) cuando eclipse al propio sol en los dominios de Tauro. De nuevo la miraré esta noche y soñaré con ella, y desde lo alto del cielo me enseñará su corazoncito.






QUE PARE EL TREN EN LOS PEDROCHES

QUE PARE EL TREN EN LOS PEDROCHES
Vista Parcial de la Manifestación en la Estación de Villanueva