Gran reforma urbanística en Pozoblanco: aparcamiento Avda. Vva. de Córdoba

Ya se ha aprobado, y parece que definitivamente, la gran reforma urbanística de Pozoblanco en la Avenida de Villanueva de Córdoba. Se ha optado por un proyecto de un arquitecto del lugar que va a costar más de 4,6 millones de euros. A simple vista, por las informaciones aparecidas y las aclaraciones del arquitecto, se trata de una propuesta ambiciosa no solamente de un aparcamiento subterráneo, sino de ciertas áreas de servicio y de una modificación urbana en toda regla; toda vez que traduce transformaciones esenciales en un tramo que hoy por hoy es la arteria fundamental de la ciudad en el tráfico rodado, en la conexión de vías fundamentales de entrada y salida, conexión con el Hospital, etc. Dicha intervención tiene una extraordinaria importancia por las grandes implicaciones que comporta, que supongo que habrán sido tenidas en cuenta a todos los niveles. Supone una nueva organización del tráfico, por supuesto, y una habilitación importante de aparcamientos, pero sobre todo plantea una nueva perspectiva urbana en ese ámbito urbano, pues hablamos de una espacialidad extraordinaria que adquiere de esta forma una nueva dimensión. La nueva opción de un tráfico perimetral lleva consigo, prácticamente, dejar una vía estrecha de salida y entrada, con lo que las cuestiones de tráfico actual deben de estar bien estudiadas. Hasta hace bien poco la Avda. Vva. de Córdoba era (y tal vez sigue siendo) una carretera urbana utilizada trasversalmente por camiones y vehículos de tracción; no sé hasta qué punto se habrá liberado esta tendencia con la circunvalación, pero parece que con esta nueva opción queda (o debe de quedar) ya ese tipo de servicio completamente fuera de operatividad (al quedar simplemente un carril). Por otro lado, la cuestión de los aparcamientos supondrá un pulmón para una ciudad que nunca ha optado (sus gobernantes) por solucionar el mayor problema de nuestros tiempos (el aparcamiento), a pesar de tener una organización urbana tracidional, con un callejero que impide a todas luces satisfacer las necesidades actuales de tráfico y aparcamiento en el mundo en el que vivimos, con un parque automovilístico de una ciudad moderna. Con esta iniciativa se amortiguará un tanto dicha problemática, si bien no es muy elevado el número de aparcamiento que se propone (menos de 150). Sin embargo, la mayor trasformación se operará, parece ser, en el exterior, quedando un bulevar de nueva factura, con amplia zona peatonal y de servicio que dotará a la ciudad de una plataforma moderna en un espacio amplio y diáfano, el más grande en cuanto a espacialidad y amplitud de miras desde un punto de vista visual y económico, que debe de propiciar un cambio en su entorno y en su dinamismo comercial. No cabe duda de que el proceso es ambicioso, y de buenas expectativas para solucionar un grave problema desde hace años, y que Pozoblanco adquiera una nueva dimensión; otra cosa es que se ponga rápidamente en marcha y que no se eternicen en el intento, que puede ser muy grave a la luz de lo que se tarda en la ejecución de callejuelas estrechas de Pozoblanco, en las que se tiran meses y meses. De momento no cabe otra cosa que felicitarnos por esta iniciativa que nos ayudará a todos los de la comarca, sobre todo cuanto desde hace años se hace imposible el tráfico y el aparcamiento en zonas céntricas. Pozoblanco necesitaba ya, hace mucho tiempo, de una apuesta fuerte de esta naturaleza, que es algo imprescindible.

Los G-20 y la Crisis Económica

Por fin terminó, después de una larga agonía de espera, la ansiada cumbre de los más poderosos de la tierra. No es tema de mi devoción aquel dislate, pero a veces tiene una que desparramar y sacar fuera el berrón como los novillos en el corral. Pareciera que el mundo se fuera a acabar, con el evento, y que España hubiera ganado crédito existencial con su participación. A veces, y esta es una de esas ocasiones, la percepción alicorta de las cosas nos desequilibra las entendederas. Véase sino un botón de muestra: la tan manida reunión de los grandes, la ansiada espera y las esencias del capitalimo en liza, no han merecido ni un simple comentario en la portada del New York Times; y en los principales rotativos americanos apenas si sale en segunda fila (o como noticia de relleno). Esto nos da la medida de nuestros desvaríos en cuanto a nuestra visión del mundo; al menos en lo más superficial de las formas. En cuanto al contenido, pues es también de risa, porque una uno alcanza a comprender la vacuidad de tanta imbecilidad; pues es inmensa la parafernalia. Resulta que una sarta de presidentes, que saben más bien poco de economía (basta con mirar sus biografías y formación, alejada de esos temas), pretenden debatir en un ratillo los fundamentos del sistema económico mundial: los fundamentos del capitalismo. De mayor gravedad a mi entender son las conclusiones, que se me antojan parcas y muy en sintonía con lo que actualmente ha llevado a la crisis. Parece claro y rotundo que al sistema capitalista y financiero no hay que tocarle en su esencia, y que el liberalismo sigue siendo la vaca sagrada de los gurus, y que nadie ose ¡Por Dios! decir nada en contra. La solución está en mantener el cinismo a ultranza con retoques de pandereta: que si la regulación financiera (ahora se dan cuenta..); que si la reforma del FMI; que si promover la estabilidad y los mercados interiores con apoyos económicos internos, etc. etc. Vamos, que los males económicos son etéreos...,que se le ven las orejas al lobo pero volvemos a las andadadas. Da gusto oir hablar a estos cabezas pensantes del mundo, porque pueden tirarse hablando seis horas sin decir nada. Pero eso sí, salen todos muy contentos y satisfechos, porque la hoja de ruta ya está en marcha; el horizonte claro y los nubarrones dispersos. ¡Que lejos quedan para estos mequetrefes las realidades del paro, los expedientes de regulación de empleo, la cesta de la compra, etc! Ellos son los sabios del Universo que arbitran las leyes del poker mientras liban con saborete los mejores caldos americanos (que por cierto, habrían sadado de la pobreza a miles de niños en un año); y se permiten los más progres, con banderolas de socialdemocracia (pero sin bandera en la mesa, siquiera), hablar con cinismo ingente del hambre en el mundo, de la globalización,la climatología y de la pobreza. Más de lo mismo.

Jornadas de Historia en Los Pedroches

Las próximas semanas se presentan con un gran atractivo para el ámbito de la Cultura. En la semana del 12 al 14 de Noviembre van a tener lugar las Jornadas de Otoño de la Fundación Ricardo Delgado Vizcaino, que en el presente año abordarán (como no podía ser de otra manera) la etapa de la Guerra de la Independencia (1808-1814). Como siempre, acudirán al evento especialistas de la Universidad Española, tanto de Derecho como de Historia y Arte. En esta ocasión se han programado, con acierto, para desarrollarse por la tarde, evitando el bochornoso espectáculo de otros años, en que simplemente acudían estudiantes sin interés alguno; o en todo caso impidiendo, con esa franja horaria, que pudiera acudir gran parte de público. Por otro lado, próximamente se celebrarán también en Pedroche nuevas Jornadas de Historia sobre la Memoria Histórica. En esta ocasión, según el programa difundido, participarán ponentes especialistas en Historia Contemporánea, tanto de Córdoba como de Madrid. El tema sigue siendo de encarnizada actualidad, y suscita un sinfín de sensibilidades de distintita naturaleza. A los planteamientos de actualidad de orden nacional se suman las diferentes perspectivas y sentimientos encontrados del ámbito local, pues es un tema candente que plantea en la población distintos posicionamientos. No obstante, los historiadores realizan su actividad en el ámbito científico, desde la perspectiva del estudio y conocimiento en términos de objetividad. En temas de esta índole, sin gran perspectiva histórica, es donde aún se observa la problemática del historiador y sus circunstancias.

Día de Los Santos en Los Pedroches

Amanece el día tibio y tristón, hablando en términos climatológicos, pero también lo es en el espectro de lo afectivo y emocional. Tal vez sea una de las festividades de la Iglesia Católica más sentidas y asumidas por las gentes, pues en ello nos va la vida (y nunca mejor dicho). Todos, absolutamente todos tenemos motivos para secundar el recuerdo de nuestra gente, y la tradición cristiana ha dejado bien sentada una amplia gama de protocolos y liturgia; sin embargo, más allá de eso, se conmueve el alma a todos los humanos, creyentes y agnósticos, pues a fin de cuentas es una onomástica que nos hace reflexionar sobre las verdades de la vida. Y aquí no hay más verdad que la muerte, pues la vida no es otra cosa que entrar a morir, o si se quiere, caminar en el círculo cerrado de la naturaleza. Los cementerios están hoy como corresponde a nuestro imaginario cristiano, convertidos en jardine paradisiacos asazmente simbólicos. Solamente la modenidad (tecnología y avances científicos) irá cambiándo estas costumbres a tenor del tiempo, si se hace verdad (que lleva camino) el decir de Aldous Husley en Un mundo féliz. Y eso será sin duda una desgracia.