Nueva Cocina y los Gourments

Alguna consideración merece, a mi entender, la exaltación de la Nueva Cocina en España y sus enaltecidos gourments. El caso que nos ocupa pone bien en evidencia la situación de un país como el nuestro, que pasa de la nada al todo sin rubor, y a veces de forma un tanto chirriante. El caso de los cocineros de élite es bien ejemplificativo, porque muestra bastante bien el perfil que nos define en aspectos esenciales como pueblo. Alegremente pasamos de tener una mala alimentación y nefastos hábitos de consumo a ser los números uno de la cocina mundial; y es que a veces uno no puede creerse esta farándula, que posiblemente está movida por el dinero, el marketing y los intereses de unos pocos. Tengo que reconocer que los cocineros han aprendido muy bien la lección de los tiempos modernos en esto de el engaño de guante blanco, la palabrería (el sofisticado lenguaje, que a un palurdo puede atribular) y la dieta invisible de la estética vanguardista. Parece que nos hemos vuelto locos ante esta plétora de increíbles magos de la cocina que cobran cifras astronómicas por unas elaboradas recetas que, la mayor parte de las veces, hay que buscarlas en el plato. Más que la cocina, creo que son los medios de comunicación los que han elevado por las nubes y confundido al vecino de a pie..., porque, ¿qué puede tener elBulli para estar tan repleto con años de antelación sobre otras cocinas y lugares? O mucho me equivoco o lo que ahí se cocina no es solamente comer, sino pábulo social y el derroche económico para tranquilizar la conciencia de clase. Creo que a veces, en demasiadas ocasiones, nos dejamos llevar por los poderes mediáticos de la prensa y la televisión, que son capaces de elevar lo más simple a la máxima categoría de la estupidez. No califico para nada las bondades de esas cocinas, que no las conozco, pero las simples referencias estadísticas de las reservas y los rebuscados engendros culinarios (a cual más raro), siembran las sospechas más graves sobre la verdad de una comida sana, natural y normalizada. Lo demás, creo, tiene mucho de extravagancia y excentricidad, marketing y engaño que saben utilizar muy bien estos GIGANTES DE LA COCINA. Vamos.

Recuperación del Patrimonio en Los Pedroches...y Otros..

Varios son los asuntos que, en sucesivos días, vengo viendo en la prensa y Tv. que merecen un comentario con la mayor gravedad. El más liviano de todos en superficie (que en profundidad también es dramático) está en relación con el manido tema de la Parada del Tren en Los Pedroches: ayer noche veía en la Tv. de Pozoblanco la visita del Sr. Zarrías a Los Pedroches, apareciendo en determinado momento ciertos "espontáneos/as" para ponerle en situación sobre el asunto y darle algún papel con la correspondiente reivindicación; todo ello en presencia de Benito García de Torres, Serafín Pedraza y Francisco López (concejales de la localidad). Ya son varias las ocasiones en las que hemos tenido que contemplar este vergonzoso protocolo, donde los políticos se repliegan a las espaldas del jerarca político y dejan que los espontáneos le increpen; queda así un espectáculo grotesco, pues esos ciudadanos (de una gran valentía, sin duda) quedan en aquella escenografía como increpantes, maleducados y transgresores. Pienso que es vergonzoso, repito, que quienes nos representan y tienen que dar la cara se queden en la sombra (vamos, en el culo), cuando son ellos quienes de forma oficial, trasparente y ante todo el mundo, tienen que hacer la petición, ante las cámaras y con papeles formales, de lo que queremos las gentes de Los Pedroches y de Pozoblanco, que son quienes les han votado.
En segundo lugar, leo en la prensa un artículo referido a los trabajos de arqueología de Majadaiglesia del Guijo, y en este asunto solamente me queda que reiterar hasta la saciedad que la recuperación arqueolígica (del patrimonio monumental y arqueológico) no se debe de hacer de esta manera, con alumnos de una escuela taller que no están facultados ni capacidados para desarrollar este tipo de trabajos; es obvio que el perjuicio que provocan es, generalmente, mucho mayor que los beneficios obtenidos. Idéntica consideración tengo que realizar de la actuación de los talleres de documentación de la Diputación, disponiendo en los archivos municipales a personas de muy escuálida formación específica, y ninguna experiencia, en un tema tan grave como es la clasificación y ordención de fondos. Desgraciadamente, de ahí no puede salir nada bueno. Cualquiera que lo desee puede apreciar la debacle que están causando estos chicos, que no digo que no tengan buena voluntad..., pero que experimenten con otro tipo de juegos. La asistencia de los peritos de la Diputación, y de sus asesores académicos, no puede soslayar la insuficiencia de estas personas, que no tienen conocimientos suficienteas para tan grave tarea; y que se pagará a muy alto costo, pues además de contar con pocos fondos, vamos a encontrarnos con que están más ordenados y clasificados. Resulta muy lamentable la política de la Diputación y de los organismos oficiales, que por conseguir la foto hacen cualquier cosa.

Medallas de Andalucía

Ya tenemos nombrados, para la próxima celebración del día de Andalucía, las correspondientes medallas e hijo predilecto de la tierra. Mi enhorabuena a todos ellos, sin duda. Sin embargo, nadie se extrañará porque diga que se trata de elecciones políticamente correctas, insulsas y reiterativas; de hombres y mujeres con un sinfín de méritos, y que seguramente se lo merecen todos ellos, pero cuando se citan las alargadas nóminas de todo ello, uno sospecha un tufillo raro; es decir, toda la vida recogiendo méritos (serán muy buenos, digo yo, pues los mortales somos un poco tontos y cortos); y es que a veces eso de los amiguetes y la prolífica nómina es muy sospechosa. No obstante, más allá del protocolo, de la fama, la popularidad y el brillo televisivo de todos ellos, mucho me gustaría que se dignasen en nombrar a personas anónimas y sencillas que tanto y tanto han hecho y hacen por andalucía a diario con su trabajo; tal vez no sean eminencias (catedráticos, directores de la Unesco, Ticos o Cuencas) del resorte de la prensa, pero estoy seguro de que con sus trabajos diarios (constancia, honestidad, silencio, honradez, etc.) hacen a que vivamos toda la sociedad, que comamos (agricultores) y vistamos, que tengamos casas y carreteras (los que las hacen de verdad). Cierto es que la nómina sería muy grande, pero nada malo tiene que se elija entre esos miles de andaluces, aunque no se conozcan, pero seguro que los méritos de cualquier trabajador de a pie, meten mano a los nombrados, aunque no lleven chaqueta, ni salgan en la prensa, ni tengan el currículo oficial de esa pléyade de gratificados.

Agua..., ¡ Por fin, en Los Pedroches!

Bienvenida sea..., que ya era hora, el agua que hoy ha caído en nuestra tierra. Ya pensaba que pasaba algo raro y diabólico, pues los pronósticos del telediarío llevan anunciando y confirmando agua hace varios días, y la verdad, aquí no daba señales de vida. Hoy sí, templada y con tiento, ha empezado a caer algo del líquido elemento, ha comenzado a favorecer al campo que la necesita con auténtica asfixia. Ya es tiempo de que natura derroche agua durante varios días, pues los pantanos están en situación precaria, y la atmósfera requiere limpieza; y la sementera debe de tirar..., y las aguas deben ir por su cauce (nunca mejor dicho). A lo mejor es que debemos de cantar aquello de que llueva..., que llueva, la Virgen de la cueva..., los pajaritos cantan, que sí.., que no, las nubes se levantan...., que caiga un chaparrón..., encima la estación...Aguas SAn Marcos, Rey de los charcos, para mis...

QUE PARE EL TREN EN LOS PEDROCHES. ÉXITO...

Enhorabuena.., en primer lugar, a todas esas personas de Los Pedroches que una vez más han dispuesto su voluntad para desplazarse a la Estación de Villanueva, en un día desapacible, para reivindicar la parada del AVE. Ha sido una jornada que podríamos calificar de relativa satisfacción en cuanto asistencia (visto lo visto en otras ocasiones), y que pone de manifesto que existe un amplio grupo social y económico concienciado con la reivindicación. Es evidente que todos los esfuerzos que se hagan son pocos, y que además tienen que estar bien orientados y canalizados para que se enteren los que se tienen que enterar. Dada la relativa asistencia, y el momento, no voy ahora a entrar en los pormenores, que los tiene: las cifras y los políticos. Sobre esto último ya está uno cansado de comentar, sobre su asistencia y no asistencia, pero sobre todo sobre su desverguenza en no hacer lo que tienen que hacer; porque, oigan, me parece vergonzoso que un político (sea local o comarcal) de un discurso a los que reinvindican, ¡coño, que vaya a Córdoba y a Madrid y se lo de a sus coleguitas!, que nosotros nos sabemos bien las bonitas palabras.

QUE PARE EL TREN EN LOS PEDROCHES: CON UN PAR DE HUEVOS

Aquí estamos de nuevo, potenciando la parada del tren en Los Pedroches. La jornada de convivencia en la Estación del Ave de Villanueva es una muestra más, la enésima, de que seguimos con nuestra reivindicación. Resulta lamentable que una y otra vez, sin descanso, los ciudadanos tengamos que recurrir personalmente para exigir una demanda que es ya chirriante. Ya estamos hartos de que los políticos estén solamente para las fotos y las buenas palabras, pero totalmente ausentes en su auténtica labor: que en este caso no es otra que la de tramitar, un día sí, y otro también, y otro, y otro..., nuestras peticiones a los que nos gobiernan. De esto, ya hablaremos con mayor detenimiento. Hoy solamente pido la asistencia y apoyo (y aún estáis a tiempo, aunque no sea muy bueno) para esta iniciativa de la coordinadora, que aquí sigue sin descanso con una lucha que..., debiera ser de todos.

Los Pedroches en FITUR

Un año más asistimos, no sin cierta incertidumbre, a lo que pasa en esa plataforma mediática turista de FITUR. Me refiero, sobre todo, a esa pléyade de políticos, pseudopolíticos, allegados y paniaguados que observamos una y otra vez con sus manidos y edulcorados discursos enalteciendo las bondades de la comarca, el Open de Tenis de la Ciudad de Pozoblanco, etc. Realmente desconozco la recepción que eso tiene (los discursos, no la plataforma Fitur), ni el aforo de escuchantes, ni la resonancia de esas edulcoradas palabras de todos (uno, y otro, y otro..., etc.). Lo que sí infiero es el coste que eso debe de suponer en presentaciones, gastos, desplazamientos, etc., que debe de ser considerable. Y que conste que pienso que hay que promocionar, pero no de esta manera tan rara. Tal vez compense tanta parafernalia política, tanta puesta en escena y tanto político de verbo fácil y convincente. No obstante, lo que sí creo que es imprescindible, a la altura del s. XXI, poner delante de los contribuyentes las estadísticas de eficacia de todo ese protocolo circense. Creo que en estos tiempos hay recursos e instrumentos suficientes para conocer con precisión quienes nos visitan, qué visitan, su procedencia, sus motivaciones, etc.; así como el origen y naturaleza de sus informaciones para llegar o acercarse a la comarca. Ello nos ayudaría a entender la validez de ese protocolo político de Fitur, o la deshonestidad de esos políticos que se suman al carro, o su imprescindible presencia en Madrid. Repito, me gustaría saber, en términos estadísticos y cuantiosos, concretos y fiables, cuál es el impacto de esta plataforma en nuestra realidad turística.
En otro orden de cosas, me gustaría comentar de nuevo una de las actividades que tanto se pregonan, como es el Open de Tenis . A los próceres de Pozoblanco se le llena la boca diciendo que traemos aquí a las mejores figuras del mundo (no sé si esto será o no cierto). No entiendo qué merito tiene ésto, pues con dinero se puede traer a quien se quiera, pero eso no es sinómino más que de derrroche y fanfarronería descarada. Más desearía que aquí tuvieramos a los mejores del mundo, y que atrajeran sin más al resto, sin dinero de por medio. De esta manera tan burda se pueden traer a la comarca a los mejores cineastas (como ya se hace, vientres agradecidos, que luego compensan con migajas), literatos..., y hasta científicos. Creo que ahí no está la gracia del asunto. Convendría saber cuanto se podría potenciar, a nivel de juventud (y público en general), en deportes, enseñanza, etc. con esos fondos para que de verdad revirtiera en nuestra tierra. Pero esto es bla..bla...bla...

La sosegada cadencia vital de Los Pedroches

Seguramente, es lo que más me gusta de nuestra tierra. Ese ritmo lento y sosegado de nuestros pueblos que viven y sienten con el latido sereno, tal vez un poco quedo (pero maravilloso), de su existencia. Lejos, muy lejos (gracias a Dios) de esa vertijinosa rutina urbanita que exaspera, con exacerbado dinamismo económico que realmente no enriquece ni el cuerpo ni el alma; de la díscola política que aburre y no nada soluciona (aquí llegan más bien, simples resonancias); y de una cultura repelente y superficial que agobia y homogeniza a las ciudades del mundo sin contienda posible. En cambio, henos aquí a las gentes de Los Pedroche respirando el aire puro de la sierra, con el beneplácito de la llanura, y con la tranquilidad de un Dios en el Parnaso. No es que vivamos, tampoco, ni fuera ni lejos del mundo del desarrollo, que lo tenemos ahí al lado, y en lo esencial en nuestros pueblos y hogares, sino que contamos además con la suerte de una vida plácida y serena, en total sintónia con la naturaleza, con nuestros vecinos (con los que realmente vivimos) y familiares (con los que compartimos). Más, imposible. Puede parecer un cuadro de perfil idílico increíble, humanista e ilustrado, edulcorado con la prosa de una égloga ramplona, pero realmente se trata de una auténtica verdad que a diario disfrutamos y vivimos sin conciencia de ella. Sobre todo cuando una parte de la humanidad se muere en la más triste de las miserías sin solución; cuando la civilización se urbaniza con un ritmo trepidante con anhelos de un no se qué que les embarga. Y cuando se ciernen en el orbe, tantas veces, aspiraciones vanas que están movidas por difusas motivaciones. Vaya aquí, pues, mi máxima gratitud a nuestra tierra y a nuestras gentes, a nuestros pueblos forjados con el tempero de la Historia, de la tierra y de la paciencia, que saben vivir aún (mayoritariamente) con el pálpito de sol.