domingo, 23 de septiembre de 2007

Centro de Documentación de Los Pedroches

Una vez más nos movemos, como casi siempre, entre la telaraña y la veladura de la intrasparencia institucional. Estos días se ha podido leer en la prensa que ADROCHES, la Asociación para el Desarrollo Rural de Los Pedroches, se beneficiará de más de tres mil euros para una serie de proyectos de desarrollo rural Proder y Leader que beneficiarán a varios pueblos de la comarca; y sobre todo para poner en valor el patrimonio natural y cultural. Entre todos estos proyectos llama especialmente la atención el Centro de Documentación de Los Pedroches, que es de suponer que esté bien definido y tenga unos objetivos claros. Sin embargo, quien lea las noticias sobre este centro apenas si podrá saber de qué va el proyecto, pues en el mismo título queda la cosa. Ignoramos que tipo de centro se quiere establecer ni cual sea su contenido, pues ciertamente la intitulación tiene una proyección amplia, abierta y de anchos horizontes. Tal vez los periódistas estaban al tanto del contenido de estos proyectos, y los emisarios también, pero los lectores poco avezados nos quedamos con la gana de saber de que contenidos se dotará este centro: objetivos, actividades, proyectos, orientación temática, etc., etc. De otros proyectos se intuye su labor y dedicación, como la restauración de las murallas de Santa Eufemia, que se enmarca en una de esas actuaciones sobre el patrimonio en las que hay que echarse a temblar. No vamos a decir aquí que no estemos de acuerdo con el proyecto, y que bienvenido sean los fondos, pero sí pediríamos que se actúe con la cautela que tiene un felino ambriento de siete meses. En no pocas ocasiones asistimos a restauraciones vergonzosas, sin criterio arquitectónico, sin estudios adecuados, con personal sin especialización alguna en la intervención, etc. Realmente es un tema (este de las restauraciones) que requiere un debate profundo, muy específico y con conocimiento de causa. Desgraciadamente, en los últimos tiempos asistimos (más allá de la falta de criterios, estudios, especialistas, etc.) a restauraciones que se ponen en manos de talleres que, desgraciadamente, no deben a nuestro corto entender intervenir en asuntos tan graves a la limon con cuatro arquitectos que actúan a la ligera con el beneplácito institucional. Hay que restaurar y rehabilitar el patrimonio, pero no a cualquier precio ni de cualquier manera. Ejemplos de ello ya los tenemos en Los Pedroches.

viernes, 21 de septiembre de 2007

Feria y Fiestas de Pozoblanco

A un suspiro estamos ya de las fiestas de Pozoblanco. Todo, abosolutamente todo, está a punto para abrazar con fuerza las inminentes fiestas patronales del pueblo que ejerce de capital de Los Pedroches. Los políticos y asociaciones han surtido los programas con amplias actividades para cumplir con el vecindario, y satisfacer plenamente estos días de alegría, ocio y diversión; jornadas repletas de deportes, toros, teatro, espacimiento..., y por supuesto, mucho descanso laboral y fatiga festera, amén de otras muchas cosas subliminales. Y es que la feria es mucho más que todo eso, pues además del ocio, la diversión y el encuentro con nuestros congéneres y vecinos, sustenta y encubre en nuestro imaginario colectivo un substrato social, cultural y económico de no poca profundidad. Solamente habría que remitirse al propio título (Feria y Fiestas) para no olvidar el origen esencialmente económico de estos días, que antaño estaban justificados por el intercambio de ganado, la venta y compra de productos artesanales (ajenos a la cotidianidad) y el comercio de nuestras precarias industrias. Tales actividades comportaban en las pasadas centurias, no cabe duda, una explosión de júbilo y alegría, pues se revitalizaba la precaria economía de subsistencia, viviéndose todo ello en un ambiente pleno de jolgorio y diversión; cuando la cotidianidad a penas si daba más que disgustos y pesadumbres de forma generalizada al común del vecindario. No hace de ello tanto tiempo; basta con la recurrencia simple a la memoria de nuestros mayores, que bien recuerdan este periplo de alegrías económicas y sana diversión en estos días de la Feria que se esperaban con entudiasmo a lo largo del año. Días de riqueza material y espiritual, en que se tiraba la casa por la ventana, pero también en los que el pueblo se transforma en una catarsis colectiva, perdiéndose el norte de la cotidianidad, consintiendo con jaranas y algarabías. Es evidente que las ferias no son solamente esparcimiento sano, sino transgresión permanente de las normas y del quehacer cotidiano. Bien puede decirse que la libertad del vecindario alcanza un grádo óptimo, y si ésta se consigue sin deterioro de los demás se consigue un alto grado de satisfacción. Que es lo que generalmente ha ocurrido. Las fiestas están repletas de ilusión y optimismo, afectividad general y no poca generosidad, y por ello es tiempo de alegría generalizada, donde fuera de lo cotidiano y de los ambientes duros y graves de nuestro diario alcanzamos altas cotas de placer personal y contento general. Todo esto nos espera a los pozoalbenses y a la comarca, que participa también activamente en este dispendio desbordante de fiesta y alegría para todos , con espectáculos y deportes, toros y sana diversión.

Lástima, por ser bastante triste, que se vayan perdiendo todos los rasgos y caracteres tradicionales de la feria y fiestas del pueblo. Nos referimos, claro está, a esos elementos que de una y otra forma daban cierta singularidad y personalidad a la Feria de Pozoblanco, algunos con justificación lógica, otros por simple dejación y abandono. Es evidente que ya no tiene cabida el mundo en el que vivimos al feria de ganado que antaño daba sentido a los festejos, con ese impresionante colorido de las bestias en los llanos del pilar y en el pozo nuevo; sin embargo, también se han perdido otras tradiciones que son más graves, y no tan lógicas, como la despersonalización de la galanura que antaño tenían la carrera de Granada y de Montoro (Calle Feria alta y baja), con sus paseantes, comparsas, sus turroneros, vendedores, etc.; o las subidas de protagonistas para espectáculos (toreros, etc), carretas, etc. Hoy solo van quedando, desgraciadamente, unas fiestas despersonalizadas, completamente idénticas a las de cualquier localidad de Andalucía. Nadie duda de que el recinto ferial es una estructura necesaria, moderna e imprescindible en los tiempos que corren, pero tan descarnada y carente de signos de identidad que bien poco dista del vivir cotidiano, donde la aparcería de feria es poco distante de la rutina diaria. De manera grave se ha conseguido que el pueblo quede al margen de la fiesta en lo material, y si algún foráneo viniera despistado a la capital del Valle, a penas sí apreciaría el ambiente festivo más allá de los oropeles de los políticos (cartelería). Tal vez haya que esperar el paso del tiempo, como le ha ocurrido a otras ciudades, para que se den cuenta de que si no toda la feria (que es imposible), sí que hay que potenciar y desplazar buena parte de las actividades festeras, aparcerías y actos diversos, al casco urbano.

martes, 18 de septiembre de 2007

Los Horarios de los Actos Culturales en Los Pedroches

Una vez más hay que hablar de los actos culturales que se realizán, con pompa y aparato, en Los Pedroches. En este caso me referiré puntualmente al cine rural de Dos Torres, pero la reflexión cabe hacerla extensiva a otros cuantos actos que esporádicamente se celebran en nuestra comarca. No voy a decir, al menos de forma contundente, que los actos culturales que se programan sirvan para nada, o que quedan la mayor parte de las veces en el escaparate (de orden político, la mayor parte de las veces), pues alguien asistirá; sin embargo, en mi modesta opinión creo que la mayor parte de las veces no tienen la recepción debida, o al menos la que debieran tener a tenor de los programas establecidos. De nuevo hay que subrayar que las conferencias y ponencias de mayor interés se disponen a unas horas de la mañana que no sé realmente quien podrá asistir; desde luego, cualquier trabajador de la media del ámbito profesional español no, pues se me hace difícil y raro que un trabajador deje el puesto de trabajo para asistir a un acto cultural. No entiendo en que están pensando los organizadores, pues parece algo obvio, a no ser que los auténticos receptores de estas jornadas sean los cuatro jubilados que asisten, y pueden asistir, a esas extraordinarias conferencias. Luego, curiosamente, las proyecciones, que en el mundo audiovisual en el que vivimos están al alcance de cualquiera, se colocan por la tarde.

jueves, 13 de septiembre de 2007

Y llegó el agua del cielo a Los Pedroches...

Como se veía venir, aunque de momento no sea más que el esporádico tránsito de borrascas oceánicas puntuales, el verano empieza a despedirse a pasos agigantados. Hoy ha llovido ya por primera vez con cierto ímpetu, aunque solo fuera una nube pasagera. Por nuestra parte, solo cabe dar la bienvenida a la nueva meteorología y a esa agua tan saludable que limpia la atmósfera y propicia el tempero para que el campo se ablande y se renueve; y se predisponga para el alzado de los campos con el continuum del agua que ha de venir. En otros tiempos, de momento, tal vez se podría decir que con poco más saldríamos corriendo a sembrar los nabos; hoy día ni siquiera sabemos ya si existen, o si al ganado le entraría dentera por comer los frutos frescos de la tierra. No obstante, no debemos olvidar (aunque parezca lejano) aquello que sentenciaba Delibes en una de sus obras cuando señalaba que las gentes de su tierra siempre miraban al cielo, porque la riqueza de la tierra de arriba había de venir.

miércoles, 12 de septiembre de 2007

El Verano que nos deja...

Poco a poco, como sin darnos cuenta, vamos dejando atrás este suave verano del 2007. Un estío que con sus módicas temperaturas en Los Pedroches (pesar de altas más elevadas de la Historia, en las puntas) pasa a ser uno de los más significativos de la Historia, pues las medias han sido más que moderadas para el historial del período estival. Ciertamente se agradece, pues la vida es más llevadera y ha permitido una existencia callejera más activa. Sin embargo, el declive hacia el otoño parece que nos embarga rápidamente con la bajada del humor, sobre todo cuando el cambio meteorológico coincide generalmente con la entrega, ya definitiva, en el mundo laboral y el trasiego de la cotidianidad. Realmente ambas cosas van muy relacionadas, pues de tener un concepto distinto de la vida (sobre todo en los profesiona) y organizados económicamente de otra manera, tal vez otro gallo cantaría. Parece que de momento la cosa es así, y aunque los psicólogos se afanen en dar recetas para superar esta barrera, de momento el trago hay que pasarlo como mejor se pueda. Tal vez tomando el optimismo como bandera existencial sea la mejor receta, pero tampoco es fácil encontrar recetas para empezar siendo optimistas. Es ni más ni menos que el trasiego de la vida, que en lo estacional tiene una lógica aplastante, en relación con unos principios socioeconómicos capitalistas que lógicamente crean puntos graves de fricción; sobre todo a tenor de los enfoques vacacionales que día a día asimilamos a tenor de los poderes mediáticos (mass media). Luego, claro, tenemos que buscar soluciones artificiosas sin remedio.

lunes, 10 de septiembre de 2007

LA COVAP Y LOS PEDROCHES

Leo y escucho por ahí algunos asuntos que vienen de vueltas con la COVAP y su política expansionista, con los jamones y con sus productos. Ciertamente hace tiempo que no sé muy bien como discurre el affaire del modelo societario, pero parece evidente que las actuaciones de la Cooperativa un día sí, y otro también, dejan bastante claro por donde van los tiros. No sé muy bien si la perpetuación de un modelo cooperativista como el de Covap funcionará en el mercado capitalista en los los años venideros, pero lo que sí es cierto es la política transformadora que van realizando se aborda con mucha habilidad e inteligencia por parte de los directivos. Muy sutilmente se están aplicando critarios comerciales expansionistas (más allá de la cuestión formal societaria) que abogan claramente por un modelo societario diferente, y eso va dejando bien lejos a los principios básicos cooperativistas de beneficios tenerales de socios y calidad de los productos. Pienso que sobra ya, a estas alturas, andar con ingenuidad, sobre todo cuando los presidentes y directivos de la Covap siguen alegremente su política sin virar un ápice. Muy pronto tendremos (o tendrán) un modelo capitalista en toda regla, con grandísimos beneficios y un mercado mundial, con unos cuantos socios poderosísimos que hablarán de la buena orientación de la cooperativa. Y lo será sin duda, para ellos claro.

domingo, 9 de septiembre de 2007

LOS PIOSTROS DE PEDROCHE

Un año más, con la ilusión y los pelos de punta a flor de piel, hemos podido disfrutar de Los Piostros de Pedroche. No hay en la comarca una fiesta más añeja (ja, ja, ja...), ni más enraizada, que los trotes de los equidos de la villa madre, desde la ermita de Piedrasantas a la población. Edulcorados, eso sí, con las filigranas y el aparato escenográfico que la historia ha ido componiendo con el devenir de las centurias. Sin embargo, el galope caballeril, la gallardía y porte de los jinetes guarda al parecer las esencias del pasado; claro que, ahora, democracizada del todo al común de los ciudadanos y engalanada con los florilogios del capitalismo de la contemporaneidad. El abuelo dice que antes no era todo el mundo el que podía hacer estos desmanes de lujo envanecido. No deja sin embargo de quedar ahí, con un halo de nuestra historia en todo su esplendor, después de muchos años. Hoy la gente lo vive con pasión de sangre, pues a la riquísima escenografía de los potrancos se une la sabia nutricia que la iglesia supo aprovechar, conjugando lo civil y lo religioso. Con esa inteligente amalgama de ingredientes (espectáculo de équidos y Virgen protectora) se ha creado a lo largo de tiempo una cimentación fortísima en el substrato cultural pedrocheño. Sobra que no se sepa, o se ignore, la verdad misma de los Piostros.

QUE PARE EL TREN EN LOS PEDROCHES

QUE PARE EL TREN EN LOS PEDROCHES
Vista Parcial de la Manifestación en la Estación de Villanueva