lunes, 24 de diciembre de 2007

Feliz Nochebuena para todos Los Pedroches

Un año más nos tenemos que rendir, amablemente, al ritual de la Nochebuena. Léase, al protocolario ceremonial de familia que, desgraciadamente, solamente ya queda para estos fastos. No obstante, aún hoy, lleno de un potente aparato de superficialidades, no deja de ser un acto social lleno de amabilidad, buenas intenciones, y una convivencia de primer orden con la familia; sobre todos para los que a diario no podemos estar con los nuestros. Vayan por lo tanto aquí mis felicitaciones a todos los hombres y mujeres de Los Pedroches, a quienes de una u otra forma convivimos (material o espiritualmente) en este magnífico espacio geográfico de Córdoba. Feliz Nochebuena y Navidad que proclama un nacimiento del niño, del año..., o de cualquier propósito que haga mejor la convivencia entre todos.

miércoles, 19 de diciembre de 2007

Felices Fiestas para Los Pedroches

¡Feliz Navidad a todas las gentes de bien! Puede resultar un tópico, pero necesario en estos tiempos en los que, a veces, ni nos damos la hora. Desgraciadamente, vivimos en una Sociedad en la que mucha globalización e intecomunicación mundial, pero a veces la soledad y el vacío comunicativo entre nosotros es tan grande que da pena. Es chirriante. Cada día perdemos más el protoloco de los rituales sociales más nimios (el hola y adios, la pregunta por la familia, por la tía, etc), y eso sí, somos amiguísimos hasta de Jan sén de China, al que le mandamos E-Mail, pero la vecina de al lado tranquilamente se puede morir un día, que nos pasará desapercibida durante semanas. Vaya aquí pues mi sincera felicitación a todos los hombres y mujeres de Los Pedroches y de otras partes, a quienes aquí y en la forma tradicional (postales en cartón, a quienes corresponda) quiero enviarmes mi deseo de paz y felicidad. Estamos ante unas fechas en las que me gusta sobre todo el buen ánimo y deseo de todo el mundo por convivir, con los mejores deseos para todos; y es que la Navidad propicia, al menos en superficie (que ya es algo), una buena disposición que hace que por lo menos nos creamos (en un instante, fugaz) que podemos vivir mejor, ser más solidarios, más equitativos, mejor pensados, distendidos, más sociales, etc. Lástima que eso no lo sabemos hacer a diario para propciar un mejor clima entre todos. De otro lado, no se puede negar que la Navidad está tan arraigada en base a principios históricos y culturales, una fuerte tradición secular y unas herencias de tipo religioso que han embriagado a hasta la médula a miles de generaciones, y eso tiene un peso muy fuerte (séase o no religioso). Desgraciadamente, hoy día se ha entreverado otra variable de fortísima impronta, y eso es ya detestable por la contundencia con que opera: el consumismo. Los grandes emporios económicos comerciales han comprendido muy bien la veta de la tradición navideña, ensañándose hasta la saciedad y convirtíendolo todo en un mercado de suprema gravedad; sobra ejemplificar por que de todos son conocidos, y todos somos culpables, de los hábiles resortes mercantilistas en el comer y el vestir, en el gastar y tener, en el convidar e invitar, en el regalar, recibir y corresponder, etc.; e incluyo en la intromisión descarada y acuciante de las tradiciones foráneas, desplazando las nuestras, o peor aún, utilizándolas todas para sus negocios; hablo, claro está de ejemplos tan claros como Papá Noé, Cabalgatas, etc. A pesar de todas estas inmundicias humanas, no puede ignorarse que la Navidad es, en alguna manera, un tiempo de júbilo y sosiego para una gran parte de la población; por ello nos debemos de felicitar y corresponder de la manera más humana posible, que es a través de la comunicación, del intercambio, de la solidaridad y ayuda, de los deseos e ilusiones llenos de bondad y prosperidad; a veces, como decía el viejo profesor (una vez que hablé con él en persona y le plantee mis dudas economicisas), son necesarias las luces (aunque sean un gasto, las unas, y las otras muy perentorias) para poder seguir viviendo y ponernos el cielo por bandera; aunque sepamos que está muy largo de nosotros. Vayan pues, reitero, mis mejores deseos para todos vosotros. Sobre todo la salud y la paz, redundando en el tópico, pero también que seamos capaces de tener ilusiones para luchar día a día, para generar con nuestros esfuerzos mejoras y progresos, y que busquemos con tenacidad soluciones a los problemas (muy duros a veces) que nos planta la vida. Pienso que nada es imposible, y no hay nada más fuerte que la fe en algo. Eso, exactamente, es lo que le hace falta desgraciadamente a la sociedad actual, creer en algo de verdad, y saber en qué se cree; hacia donde marchamos y porqué. Otro gallo nos cantaría. Un saludo muy fuerte.

QUE PARE EL TREN EN LOS PEDROCHES

QUE PARE EL TREN EN LOS PEDROCHES
Vista Parcial de la Manifestación en la Estación de Villanueva