domingo, 21 de abril de 2013

Abril florecía...

Nadie como el poeta para decir y sentir lo que es la vida. El abrir de naturaleza es el abrir de la vida, que es nacer y es vivir..., y es...morir. Hoy me conmueve este brotar de la naturaleza en ciernes, este refulgir de luces y colores, de sentimientos a flor de piel. Ese regurgitar de la sangre que hierve cuando fuera manda la primavera. Porque ahora todo está a flor de piel, y el campo grita con espasmos de pasión. De la noche a la mañana, por lo ancho y por lo alto, más adentro y más afuera, la tierra nos dice a grito limpio y claro que de nuevo arranca el ciclo de la vida. Y de qué manera. Este año la tierra está pletórica..., y el cielo y el agua. Desde la mañana miro a lo alto y veo elcielo claro y trasparente que se refleja en tus ojos con ondas tibias de verdad. El patio de la abuela también se remoza con plantas y flores, brotando con pajarillos de sabor dulce..., que miran, cantan y se mueven en esta feria de colores. Acompañando un rato a María, en su quietud sempiterna, observo con deleite el reverberar de las plantas y del agua del pozo en superficie (que ha llovido como nunca). El corralón es un vergel en diminuto..., un beso de Dios a esta tierra pobre de sustancia. Con cuanto cuido y primor mima el abuelo este jardín de ilusión gigante..., para que la abuela disfrute en su infinito corazón esta belleza. Qué ternura regando poco a poco, con el tiento de una caricia y la templanza de un suspiro. Este vergel tan cuidado es un respiradero para la casa..., una alegría. Un paraíso en diminuto. Una escala de bondad que solo sueñan y saben hacer los buenos de corazón, como Manuel. Qué lejos de ese mundo falso, cansino y mortecino que se mueve con mentiras y sinsabores. Aquí todo es quietud y paz acompasada de silencio. Miro de reojo al abuelo regando las pilistras y palmeras, las esparragueras y cintas...; las avejentadas parras, con tallos pobres y caducos, brotando con esmero, que de un día para otro son distintas abriendo con afán. Y el olivo que está a punto de estallar en vida. Con las Soledades del maestro me distraigo a este lado de la vida, olvidándome de la otra. En la que no quiero pensar.

QUE PARE EL TREN EN LOS PEDROCHES

QUE PARE EL TREN EN LOS PEDROCHES
Vista Parcial de la Manifestación en la Estación de Villanueva