miércoles, 5 de junio de 2013
Analfabetismo???????
En el mare magnum de la red y la pluralidad de sus Chats, ayer encontré un chico cántabro que me abrió los ojos en algunas cosas, hablando de acá y allá, de los dimes y diretes, de la política y la religión, la vida, la crisis, los jóvenes y viejos. Es verdad que en estos laberintos del espacio no se hablan más que banalidades insustanciales, mayoritariamente, pero en ocasiones te sorprendes con gente muy puesta. Charlando con el susodicho, y después del merengueo de turno (que ese no falta), nos centramos en cosillas de más enjundia y casi que me convenció. David ha estado ya en varias ocasiones en Alemania, Lovaina y Londres, y se quejaba amargamente de la comparativa con nosotros en ciertos aspectos. Sopesaba, ya centrándose en España, de nuestro nivel cultural en general y del bajo rasante que existe en casi todos los sectores de la población. Parece que los escarceos que se escuchan a menudo sobre referencias diversas son preocupantes, como las cifras de Bolonia, los exámenes esporádicos que salen sobre diputados, médicos o profesores. Según algunas empresas que hacen tanteos se están descubriendo resultados aberrantes, pues basta con cruzar datos de unas u otras profesiones, regiones y niveles intergeneracionales para que desprendan chispas las encuestas. Eso que antes llamaban Cultura General parece que está por el suelo, pues cuestiones básicas sobre literatura, física, matemáticas o lengua destacan por su ausencia; igual da saber quién era el Cid, que señalarlo como el protagonista de una serie animada; de trigonometría o formulación; y las cuestiones de lenguaje oral y redacción ni te digo, porque ya todo vale y las teclas han sustituido a la palabras. Basta, me decía el colega, con sondear temas cruzados entre ramas profesionales y verás los dislates que aparecen, que sonrojan a cualquiera. Me he esforzado en rebatirlo con aquello de que este mundo vira por otros derroteros (la informática, las redes, los intereses de otro tipo...), pero es cierto que el poseer más instrumentos y medios (de difusión y recepción) no es precisamente argumento para conocer menos, sino más (debiera ser) y con visiones más amplias. La tecnología no puede suplir la Educación, las bibliotecas ni las libererías. La incidencia que ello tiene sobre la Sociedad es inmensa. La política es un buen ejemplo de que nos manipulan (a todos, preparados y menos preparados) con gran facilidad, y vamos como corderos donde nos dicen, cuando nos dicen..., y como nos dicen; creo que hay muy poco sentido crítico y con poca frecuencia analizamos mil situaciones que son de escarnio. De lo hablado con David y sus ejemplos he salido bastante escaldada, porque tiene bastante razón en lo que me decía, y yo misma lo he aplicado a las noticias del día de mi entorno de Los Pedroches y me quedo con la boca abierta de cómo somos. Ahí está el tema del AVE y la impotencia que tenemos, que no se puede entender si no fuera por la existencia (no aquí, sino en toda España) de ciudadanos (...) que transigen amablemente con esta situación sin encontrar cauces adecuados. En otro orden de cosas, por ahí veo hoy una noticia de la Real Academia con sus discursitos (que me parecen muy bien), pero la docta y sabia institución, que tanto sabe, parece que no se ha dado cuenta de que en el s. XXI (y a lo largo de toda la Historia) las mujeres pintamos algo en el mundo. Digo yo. La fotografía es muy elocuente, haciendo cabeza simplemente la Ministra Mato (aunque haya otras siete allá en la sombra de las cortinas).Claro que viendo algunas cosas te quedas de piedra, pues a una de las damas enaltecidas a la sagrada institución se le puede leer lo siguiente (Aurora Egido): “no es bueno, incluso para las mujeres, insistir tanto en ese tema, porque lo que se debe preguntar la sociedad es si la persona, que es lo más difícil de ser en este mundo -como decía Gracián- reúne los méritos suficientes» (Es decir, que según ella son solo los hombres los que reúnen las condiciones necesarias como personas para entrar en la Casa. Qué fuerte. Por algo ha entrado ahí (ja, ja, ja...).