martes, 20 de marzo de 2012

Pedrocheando


Me gusta patear los pueblos de mi tierra. Andar y desandar a trote y moche. Mirar y remirar lo que ya he visto, descubriendo siempre nuevas cosas, que se esconden en estos recovecos del pasado. De mañana estuve el otro día trasteando en este pueblo que me encanta, que es a mi parecer el más pintoresco de la comarca. Enriscado allá en lo alto, me gusta mirarlo desde el otro lado (de igual a igual), observarlo y entenderlo en su silencio, con ese orgullo centenario que es muy suyo; alzando la mirada al horizonte. Modesto siempre y altanero..., que dice y que no dice, que calla y habla muy bajito; duerme y se despierta adormecido, porque sabe bien su larga Historia. Miro al ruedo con pasión, y lo disfruto, con las parcelas y cuadras de otros tiempos. Saludo a Rafael al pasar a mi lado, que es andanero y madrugador, buen conversador y bien discreto..., sabe mucho y no pregunta demasido. Cuando el sol está teñido allá en lo alto, y el pueblo desperezado, me gusta callejear de fuera a dentro. Por el cinturón desperdigado ando y miro aquí y allá, observo el cenobio franciscano y escucho el pasado de su Historia ¡Qué silencio! Las calles me hablan de leyendas que he oido siempre entre susurros, y es la Reina Cava campeona de ensoñaciones infantiles, Dª. Elvira y otras Damas. Voces de otro tiempo. Hacia lo alto me encuentro con Santiago -amable y muy cortés-, que me invita como siempre (y no parece que sea un hombre de autoridad, aunque manda mucho). En el convento ya no existe la Clausura, pero dentro queda el silencio del ayer con voces graves..., y paseamos como sonámbulos por el cenobio callados, oyendo los dulces ecos de sus paredes. Ya sola por la calle de Andalucía -que empieza a estar concurrida-, me acerco a la plaza y ronroneo por la casa de la Tercia, y sin tasa de tiempo vago por la antigua e invisible bordadura del castillo. Por lo alto y por lo bajo admiro la torre y la pequeña ermita, escuchando entre ambas su eterna conversación. En el interior de la iglesia se oye el bisbiseo de las almas inquietas del sótano (aún cerrado), que hablan de una vieja lucha y tretas de otros tiempos. No necesito gran cosa para disfrutar de lo nuestro.

QUE PARE EL TREN EN LOS PEDROCHES

QUE PARE EL TREN EN LOS PEDROCHES
Vista Parcial de la Manifestación en la Estación de Villanueva