martes, 4 de septiembre de 2012
Luna lunera
Hay que ver como se disfruta de lo natural. Estos días postreros al plenilunio de finales de Agosto son como la gloria en el campo. Atrás quedan ya las brasas de un estío irrespirable, y ahora, al atardecer con la puesta de sol, camino con mi perro con toda la satisfacción que ofrece la dehesa: amplios horizontes, encinar callado y el fresquillo que se despierta cuando el cielo se tiñe de sangre allá a lo lejos. Zarandal corre de un lado para otro y husmea por doquier, pues le viene de raza, pero prevalece siempre atento a mis pasos y curiosidades. De vez en cuando se para y atisba un ruido allá a lo lejos, escruta el aire y el espacio como un guardián muy celoso; pero luego vuelve al correteo sin mayor preocupación. A mí me gusta escuchar el silencio del encinar, presenciar el declive del día y pisar la tierra en las diferentes estaciones: las sensaciones son distintas y el pasto te marca el ritmo de la vida. El ganado busca el mejor cobijo al arrimo de la noche y te mira con desenfado y sin interés, como que no va la cosa con ellas (las vacas). Y así es. Los paseos son un auténtico placer ajeno a los dislates del oficio, al vértigo de la jornada y a las preocupaciones diarias. En estos momentos de asueto camino y pienso sin medida, como lo hace el abuelo, envuelto en la esfera densa del silencio, donde el cavilar es pura filosofía y hasta se llega a lo trascendente. Cuanta bondad cabalga en la dehesa a lomos del atardecer; cuánta satisfacción en el olvido de la rutina. Todo sentimiento a flor de piel. Siempre la mejor manera para desquitar pesares y malos humos, porque el campo se te abre en carne viva en esa tenue obscuridad que va alargando sus tentáculos para que fijes aún más tu mirada en rededor, y en ese juego al escondite descubres a veces realidades más claras que de día. Qué lujo poder andar a pierna suelta; que lujo soñar mientras se anda; que lujo vivir mientras se piensa. La dehesa es mi pasión. Y si la luna te acompaña con el vigor de ser dueña en cielo..., la vida es toda calma.