Un año más se ha fallado el Premio Encina de Los Pedroches, que otorgan los ayuntamientos y medios de comunicación a las personas más destacadas o de relieve en proyectar nuestra comarca. En esta ocasión los premiados son los siguientes: el noriego Agustín Madrid, profesor de Derecho Mercantil en la Universidad hispalense Pablo Olavide;el hinojoseño Luis Murillo, periodista; el misionero pozoalbense Santiago Redondo, que ha entregado parte de su vida en el lejano Porvenir de Chile en favor de los pobres; la popular villaduqueña Gloria Romero, que recientemente ha participado en un programa televisivo; las Cooperativas San Miguel y Virgen de LUna de Villanueva, que vienen desde antaño desarrollando un papel económico y social importante en la villa jarota; el Museo Etnológico y de EScultura Internacional de Hinojosa, que viene realizando diferentes propuestas culturales;la Fiesta de Los Piostros de Pedroche, que es una de las celebraciones de mayor raigambre entre las tradiciones de la comarca; y la Asociación Que Pare el Tren en Los Pedroches, con la consideración de Premio ESpecial de la Prensa.
Vaya aquí nuestra enhorabuena a todos ellos, porque desde sus diferentes ámbitos de actuación han defendido y promovido nuestra comarca; han realizado y realizan labores sociales, económicas y culturales, y sobre todo, tienen una impronta destacada en la proyección de esta tierra. Naturalmente, lo más atinado y merecido, a nuestro entender, es ese premio especial para la Asociación Que Pare el Tren en Los Pedroches, pues es un broche de oro, claro y directo a todos los pedrocheños que de forma espontánea (no institucionalizada) hemos luchado por una meta que de otra forma no hubiera llegado en muchos años. La lección a aprender no puede ser otra que la de entender que tenemos que tener muy claro lo que deseamos, que debemos fijarnos metas elevadas y dignas para enriquecer nuestra tierra y nuestras vidas (sin perder los niveles de bienestar que gozamos y la tranquilidad y riqueza de nuestro entorno), pero sobre todo que tenemos que ser conscientes que luchando se pueden conseguir las aspiraciones más altas. Desgraciadamente, cuando las instituciones no cumplen adecuademante o de forma satisfactoria con sus cometidos y funciones, no queda otro remedio que procurar nuestros deseos y materialidades a través de una actitud beligerante (activa) y pacífica. Pero contundente y decidida hacia un horizonte de progreso, desarrollo y Cultura. Enhorabuena, pues, a todos los premiados, que merecen con creces nuestro más sincero reconocimiento.
