Dimisión de Benito García de Torres en Pozoblanco

La noticia más destacada de Pozoblanco, después de de meses sin rumbo, parece que se desencadenará esta tarde con la dimisión del actual alcalde de la vecina ciudad de Pozoblanco Benito García de Torres. Todos los medios de comunicación de hoy ya han anticipado este evento que, seguramante, supone un hito en el devenir de nuevos acontecimiento de gran trascendencia. La capital del valle saldrá de un atolladero, para tal vez meterse en otro, pero al menos supone cierto movimiento de fichas, sin que sepamos muy bien por donde irán los tiros; porque el primer edil sigue siendo tiene la sartén por el mango. Después de toda una eternidad sembrada de desvaríos, poco puede ya llamar la atención a nadie la desastrosa situación. La ingdignidad y falta de honestidad de todos los concejales ha quedado sobradamente expuesta a los cuatro vientos. Todos, sin excepción, han dejado al Pueblo sin timón y a la deriva, sin preocuparle para nada los problemas de los ciudadanos, que día a día durante semanas y meses han estado al socaire de un solo hombre; solamente los sillones y el puesto les mantienen ahí, para ver si con su podredumbre pueden aún solidificar su miseria. Parece mentira, que estos tiempos en los que la democracia (con minúscula) se puede operativizar mediante medios digitales, tengan los ciudadanos de Pozoblanco que aguantar esta situación perversa sin poder hacer nada. Los actuales gobernantes han elevado la política hasta las cotas más altas de la miseria, y solamente con su marcha, y una renovación total del pleno, puede dignificar de nuevo esta actividad humana que, por necesidad del colectivo, es imprescindible. Situaciones como la actual le dan a una verguenza ajena.