Las vacas tienen oído fino

Nunca lo hubiera pensado, pero la vida te prepara cada vericueto..., que te hace reflexionar. Hace años que modernizamos la vaqueriza y le pusimos toda la tecnología habida y por haber, pero mi hermana vero sigue indagando..., indagando..., y no para. La incorporación de la música me ilusionó al principio, más que nada porque a mí me gusta estar escuchando los clásicos, pero a hora Vero se ha empeñado en demostrar que hay diferencias cualitativas en la producción de leche (cosa que es bien sabida, pero detalles) entre Mozar y Troubled Water, así como entre las obras de cada cual. Lo curioso es que me convencerá al final, porque las cifras hablan, pero yo no hubiera llegado a imaginar los matices que está encontrando. Ahora resulta, según ella, que las obras más valoradas en el ranking de estos autores también coinciden con la producción y sus niveles. Vamos, que estamos con una mano a la vaca y la otra al ordenador y la música con variaciones diarias para ver que pasa. Resulta completamente chocante (a mí por lo menos), porque a fin de cuentas la bondad de la música está sometida muchas veces a convencionalismos nuestros y de las etapas históricas, pero ¿por qué entonces las vacas se empeñan en dar más leche con Mozar, que Chopín u otros? Y entre los más modernos españoles, ahora dice Vero que también les gusta más Falla que Granados, Albeniz y Turina. No le encuentro explicación. Las vacas tienen buen oido.