viernes, 18 de octubre de 2013

El AVE

La mofa sigue su curso, y los bufones de comparsa. Claro que hay que divertir al personal, aunque sea con groserías y maldades de mal gusto. Hace tiempo que me enerva hablar de temas tan serios sometidos a chufla, que para los que deciden son simplemente chifla, divertimento y pasar el rato cobrando por no hacer nada. No creo que nadie pueda tomar en serio hace mucho tiempo ni a esta gente ni sus gestas; ni sus esfuerzos ímprobos ni sus desvelos por conseguir nuestro bienestar. Les conocemos muy bien y a fondo, su verdadero sentir y servir (que lo tienen que hacer..., está escrito), su pundonor e insistencia en defender lo nuestro. La verdad (con perdón...) es que hoy no estoy muy optimista; una se cansa de tanta zafiedad (en el trato que nos otorgan). Parece mentira que a estas alturas no sepamos que el tren llegará a Los Pedroches; que la comarca conseguirá un sueño largamente perseguido y su estación de ferrocarril será un hito en nuestro desarrollo a corto plazo. La dilación del evento, desde siempre inminente e incuestionable, es simplemente coyuntural, pecata minuta en el desierto de la incomunicación histórica de la comarca. Yo, particularmente, casi nunca he dudado (porque conozco bien la bonhomía y altruismo de nuestros gobernantes) que tendremos el Ave, un artículo determinado (no dos, ni tres...) para nuestra tierra, masculino singular, que andará raudo por los caminos de hierro al tenor de nuestras necesidades. Ellos sabrán bien qué es lo que necesitamos y atenderán de sobra nuestras aspiraciones; son gente sabia y bien dispuesta, atenta siempre (aunque lo disimulen) al ciudadano que honestamente cumple con sus obligaciones políticas. No sé a qué viene tanto cabreo y disconformidad del vulgo (perdonad), cuando la realidad se acaba imponiendo en su extremo más justo, y tendremos nuestro AVE: que no será una bandada ni un nidal; ni un tropel de máquinas con el trajín infernal en el horizonte, sino ese AVE placentero y montaraz, que en solitario tendrá un volar romántico que complacerá nuestras exigencias más acuciantes. No es preciso enfadarse, pues, porque nuestro desarrollo está garantizado y la rentabilidad de los informes decidirá pronto y bien a nuestro favor y el suyo. Otra cosa es la mala leche que se te pone (a mí, claro) cuanto tienes que ordeñar a diario las vacas y no ganas ni para pagar el AVE; no porque no haya AVE, sino porque no ganas ni con la buena leche. Eso es lo que a mí me enfada de verdad.



QUE PARE EL TREN EN LOS PEDROCHES

QUE PARE EL TREN EN LOS PEDROCHES
Vista Parcial de la Manifestación en la Estación de Villanueva