martes, 17 de noviembre de 2009

AGORA en Pozoblanco

Aún no la he visto, pero no me faltan razones para recomendarla. No soy defensor a ultranza de las películas que vesionan temas históricos, pues casi siempre se realizan dejando volar mucho la imaginación y patinan con frecuencia en anacronismos, pues recrear un mundo en toda su dimensión (como intenta darlo el cine)es sumamente difícil. Sin embargo, a veces entiendo que para difundir la historia hacia amplias capas de la población hay que recurrir al cuarto arte, pagando el peaje de la distorsión, que en ocasiones es muy grave. El cine, no obstante, es en estos temas muy provocador a veces, y cuando las películas están bien hechas, o tienen un aparato propagandístico importante, resultan motivadoras; incitan al acercamiento de ciertas etapas y determinados personajes. Tal es el caso de Agora de Amenabar: más allá de su capacidad como director (que no seré yo quien la juzgue),cuenta con medios más que sobrados para levantar una recreación de primera magnitud; elije muy bien las temáticas que suscitan interés general, y que tienen un gancho muy especial, casi visceral; además, profundiza (o lo intenta) en alguno de los escollos polémicos de la Historia (el pensamiento clásico y su fin), provocando al espectador que aquiescente con todo lo asimilado por la Historia. Como digo, no he visto aún la película, pero ya he tenido que leer varias obras (de Filosofía, novela y biografías) para acercarme a Hipatia de Alejandría y su contexto, y resulta un personaje apasionante. La teníamos en la recámara de la memoria con una de las pocas mujeres (pues la mayoría, pocas, son de la esfera política) que destacaron en la historia antigua en la Matemática y Filosofía, pero realmente tiene una dimensión muy poliedrica, cuando fue rescatada en algunos textos medievales y por los colosos del Renacimiento. A pesar de que lo que se conoce de ella es mínimo, proyecta una dimensión bastante profunda en su formación y pensamiento. Sobre todo esa oposición firme a unos nuevos valores que chocan con un mundo clásico que ya finiquitaba, orientándose hacia otros derroteros que durante más de mil años llevaron a la Historia sendas bastante oscruas. Veremos a ver como el cine ha recreado a esta mujer y su contexto, que al parecer en escenografía ha echado la casa por la ventana.

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