Este año han montado en Pozoblanco, durante este fin de semana, la Feria Medieval en la Plaza de Santa Catalina. Se incorpora de esta manera la capital del valle a esta actividad lúdico-festiva-comercial a un evento que ya hemos visto en otras ediciones de otros pueblos. Es una ocasión para pasear distraidamente y con el solaz de la Privamera, siendo la contrapartida la reiteración de una actividad cultural que ya la tenemos muy vista. Aún no he tenido ocasión de desplazarme a Pozoblanco, y desconozco en enfoque y tipo de montaje, aunque supongo que se abrán introducido novedades de algún tipo para no incurrir en la atonía y falta de interés. En algunas partes se plantea simplemente como actividad comercial, y en otras como vagatelas de cuatro títeres sin emoción alguna. A veces tienen estas ferias cierta chispa por la diversidad de actividades, la participación del público y la innovación de planteamientos para diferentes públicos. Esperemos que Pozoblanco haya sabido organizar unas jornadas atractiva y llenas de tirón para que podamos disfrutar.
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