domingo, 2 de mayo de 2010
Las Cruces de Añora
Un año más, como exige la tradición, se consagró en las calles de Añora el ritual de las Cruces de Mayo. Es la plasmación de un largo recorrido de esfuerzo y el trabajo callado de las cruceras, que logran ensalzar en bonitas escenografías el milagro de la Cruz. He visitado las cruces en un hueco que tenía, y como siempre he disfrutado de la elegancia y la trabajera que aquel dispendio de florituras. La elevación del trabajo bien hecho a la beldad de aquel espíritu, porque las cruces nos elevan los sentidos con su hermosura, su candidez y sus tules trasparentes. Cristalina belleza entre las rústicas paredes que anonada a todo aquel de obsrva las cruces con mirada sincera. Este año las he visto un tanto cansinas y poco animadas, y tal vez fuera por la hora (9-10,30 de la noche), porque imagino que aún no había comenzado el barullo. Como siempre, preciosas.