miércoles, 20 de marzo de 2013

Blogueando

II ENCUENTRO DE ENREDADOS DE LOS PEDROCHES (13 DE ABRIL) De nuevo nos convocan a rebato –en gracia y sin peligro, creo– al mundo del bloggerío, y no me parece mal, pero me recuerda mucho al partido de futbol (machista, siempre) de las viejas glorias (de vez en cuando y con barriguita) o las reuniones de antiguos alumnos del colegio. En estas situaciones casi siempre pica la curiosidad y un tanto la nostalgia, pues es de humanos recordar con benevolencia y cierta vena romanticona; de vez en cuando el corazón chispea con brotes convulsos pensando en esas amistades (bueno...) de las que ya casi te has olvidado, aunque las tengas a diario en la lejanía del espacio etéreo, pero guardando las distancias. A priori, una convocatoria de este género te tienta un tanto el corazoncito por eso de que has compartido y compartes con ellos pasiones, intereses (la comarca, sobre todo) y frustraciones de iniciáticos locos en las autopistas del espacio, sembradas de obstáculos y contratiempos; después te salta la sorpresa y cierta intriga por descubrir en persona como es de veras ese mundillo que de virtualidad se viste a diario con ribetes postineros de realidad, que a veces poco tienen que ver con la sinceridad del ser y del sentir. Y en último extremo, más allá de los saludos y las complicidades de algunos, se te muestra la panorámica (en lo esencial) muy próxima a lo que piensas, a los conciliábulos (es broma) anteriores con sus glorias y sus miserias. Así es la vida. Con todo ello me parece positivo, toda vez que el mundo del bloggerío pedrocheño es cada vez más ancho y dilatado en intereses, aunque las patas más pudientes de la mesa sean las mismas, y el bastón de mando de la tribu lo tengan los blogueross más mediáticos (porque se lo curran de lo lindo). Después de diez años divagando por la eterosfera de la nada, que quizás sea bastante, merece la pena sopesar inquietudes, satisfacciones y las frustraciones de siempre. Puede ser una buena ocasión para pergeñar nuevos horizontes en conjunto, o en conjunto dilucidar dificultades, que en todo caso serán (o pueden ser) reflexiones de cierto interés. La convocatoria que se nos hace se plantea con protocolo de congreso, y hasta con orden del día, para no dar pábulo siquiera al imperio de la improvisación y el desorden, que no son buenas consejeras. Tiene ello sus ventajas e inconvenientes: en lo primero que se plantean centros de interés determinados con pistas marcadas, abogando por la siempre recurrente retórica de la retrospectiva, que no deja de ser bueno mirando el camino andado; y los de hierro más forjado en el tiempo nos hablarán de ello; en segundo lugar se pone el punto de mira del objetivo en la varieté, que en este mundo es anchuroso el campo en gustos y placeres, y se han planteado pilares de interés en el terreno (política, cultura y profesional); y como aglutinantes de entremés festivo esos premios verbeneros que alegran el ambiente y ensalzan la moral del jerifalte de la tecla, que no le falta mérito tampoco. Para el epílogo han dejado los organizadores ese debate coloquio que también tiene sus bondades e insuficiencias, pero que el protocolo marca en tradición. En mi corto parecer a veces resulta interesante, pero en las más de las ocasiones es hablar por hablar en terreno baldío, pues difícilmente se puede proyectar nada desde la simple tertulia (amplia y diáfana) de en un capítulo de clausura. Desde mi punto de vista, solo puedo valorar la iniciativa positivamente, pues aparte de una remembranza con proyección afectiva importante, puede servir para profundizar en la búsqueda de cauces técnicos más operativos para dimensionar las redes y posibilidades de Los Pedroches; pienso que los últimos intentos fueron fallidos y se han perdido en la dispersión y falta de unidad, en lo que debiera ser un proyecto globalizado con mayor concentración de captación –respetando las identidades y personalismos– de intereses y la correspondiente interactividad desde diversos frentes. Hay que encontrar un modelo bien trabajado que forje unidad al proyecto comarcal desde un punto de vista técnico (cosa que a mí se me escapa por completo). El otro gran tema de debate está en la comarca como foco de atención, porque a fin de cuentas los otros aspectos no dejan de ser instrumentos (vehículos), y el gran objetivo que más debe de interesar es la comarca en todas sus perspectivas: conocimiento, indagación, difusión, información, ocio y entretenimiento...En todo caso una oportunidad más para la reflexión. Si debo manifestar mi frustración por ese triste panorama que refleja la convocatoria y la realidad, que no deja ni un atisbo de esperanza a la mujer..., que parece que estamos pasando de puntillas por el escenario más importante de nuestro tiempo. Al parecer no hay ninguna pedrocheña que utilice los nuevos recursos en sus actividades (ni ocio, ni profesionales, ni culturales, ni literarios...), ni sobresalga ni ponga siquiera una nota de color al género neutro. Hace ya tiempo que gritaba mi desilusión al infinito y sigo por mis fueros, pues el machismo sigue campeando a sus anchas.

QUE PARE EL TREN EN LOS PEDROCHES

QUE PARE EL TREN EN LOS PEDROCHES
Vista Parcial de la Manifestación en la Estación de Villanueva