miércoles, 26 de enero de 2011

Hija de Sexto Mario

Acabo de leer la obra de María Antonia Rodríguez de Pozoblanco, que ya tenía ganas, y veo que en la comarca hay buena veta literaria (al menos en este caso). La novela retrata muy bien el contexto de la Roma imperial de Tiberio, las cuitas e intrigas de un mundo corrupto que transita por los senderos de la degeneración política y social, las conspiraciones del poder e insidias de un demente en el Imperio. La trama se focaliza en un círculo próximo al poder, protagonizado por una hija adoptada por el poderoso Mario Sexto (El hombre más rico de las Hispanias), desarrollándose una historia de amor en una secuencia de peripecias e intrigas de aquel contexto romano e hispano.
La obra es de fácil lectura y amena, con una pluma muy fluida y precisa en la utilización del lenguaje; bastante bueno, por cierto, con riqueza formal (en el léxico y en la semántica) y un sentido muy fino para buscar la expresividad. Tal vez la trama resulte un tanto insulsa y poco prieta, pero no carece de argumento, aunque aparece un tanto fragmentario a veces. La caracterización de los personajes es atinada, y aunque no se profundiza en exceso en ellos, sí que adquieren la suficiente consistencia para dotar a la trama de contenido, y en ocasiones no le faltan matices desde un punto de vista psicológico. La mayor virtud de la obra, y tal vez el mayor defecto, lo encuentro en la contextualización. Es una componenda literaria muy bien arbitrada en el marco histórico de Tiberio, y se retrata con bastante verdad esa esfera densa de Roma tanto en el marco político como en el contexto vital; sin embargo, encuentro que la autora extrema en exceso la contextualidad en las formas, en la utilización de un lenguaje de cartilla, presentándonos con insistencia discipular el contexto (con nombres, lugares, instituciones..., etc.) para demostrar un asentamiento espacio-temporal que no es preciso. El lector comprende (debe comprender) el contexto sin tanta minucia que parece buscar la aquiescencia y aprobación de que se conoce el período, los detalles, etc. Nadie duda de que su documentación ha sido abundante y existen datos más que sobrados para situarnos en el espacio-tiempo.
Mi enhorabuena para la escritora, que día a día se consagra en su capacidad y personalidad literaria, y sobre todo, en escribir novelas más que aceptables, que de estar apoyadas por otros emporios editoriales alcanzarían la debida resonancia y notoriedad que se merece a nivel nacional. Esta novela me parece de cierta altura (muy aceptable), sobre todo porque disfrutas leyendo, más allá de los recursos, del género, de las múltiples cuestiones con que se puede enriquecer o criticar, etc. Esta es al menos mi opinión (en todo caso discutible).

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