Calor en Los Pedroches..., mucho calor

Ahora sí que llegó el Verano sin remilgos. El termómetro amenaza ya sin piedad, y mucho me temo que Apolo campeará a partir de ahora por sus fueros. Dicen los especialistas que no es tiempo aún de estas barbaridades, pero la verdad es que de un día para otro se comprueba que poco a poco nos estabilizamos en los varores máximos; y de ahí ya es muy difícil de bajar, salvo alguna pequeña tormenta de verano que se levantarán como es costumbre en el próximo mes. Pronto tendremos en todos los pueblos de la comarca las programaciones de verano de las instituciones municipales, que como viene siendo costumbre las contemplan de forma inexorable. Otra cosa es que no sean reiterativas, poco creativas o innovadoras. Los continuos programas de fiestas, tradiciones, exposiciones, jornadas, etc., apenas si dejan tiempo para pensar en actividades de fuste; más bien ocupar trípticos y más trípticos, secuencias continuadas de ocupaciones constantes, etc. Cada pueblo se ha hecho ya con proyectos anuales que marcan su vida cultural, porque se han convertido para los vecinos en ejes esenciales de la vida municipal dirijidos por los ayuntamientos. Interesa que se reavive y dinamice la vida de los pueblos, y que sea por los derroteros de la Cultura, del deporte, de la ecología..., pero sobre todo de la participación de todos. Y sobre todo, que sean satisfactorios para los ciudadanos, que respondan a sus exigencias, sus preocupaciones o sus aficiones. Los grandes eventos culturales deben plantearse en otros planos de actuación, con aspiraciones elevadas para toda la comarca, para atraer turistas y pergeñar programas coordinados entre todos los pueblos, evitando que nadie se vaya quedando fuera. Un trabajo que poco a poco creo que se va consiguiendo..., pero queda recorrido.