lunes, 8 de marzo de 2010
El Premio Solienses 2010 es para La Puerta de los Sueños
Ayer se falló el Premio Solienses 2010 en favor de la obra de La Puerta de Los Sueños, de un elenco de autores de la comarca. Según indicó el Jurado se "ha valorado la iniciativa editorial de reunir escritores y pintores comarcales para abordar un asunto de gran interés humano y social, el diverso tratamiento literario del tema propuesto, la variedad de estilos empleados y la riqueza plástica que contiene el libro en las ilustraciones, configurando un conjunto armónico muy apreciable y singular dentro de la producción literaria comarcal".
El Administrador del Blog ha cumplido una vez más con una propuesta, ya asentada por él, de promover la lectura y la Literatura. Es un premio que busca también la promoción de la comarca y los autores de ella, su estímulo y creatividad. Se realiza además de forma totalmente desinteresada y el fallo corresponde a un Jurado variado, que elige la obra sobre una terna previamente seleccionada por dicho Blog (la mayor pega del asunto).
En esta ocasión estaban también en liza por el premio las obras de A Destiempo de Pérez Zarco y Asonada de Carlos Boves.
El premio es un simbólico arado aportado por los artesanos de la comarca.
Poco resta que decir del fallo por cuanto que los argumentos que se dan son de una validez extraordinaria: varios autores comarcales, diferentes estilos, en pro de una causa loable (para el 25 Aniversario de Prode), belleza plástica, etc. Muy difícil competencia tenían las otras obras en una sana rivalidad simplemente literaria, contra otra que recoge un variado compendio donde el peso fuerte de la emotividad está muy presente, más allá de sus valores literarios (que nadie discutirá en esta ocasión).
Enhorabuena a los premiados, pero sobre todo al Blog, que ha conseguido promover una vez más la Cultura desde un punto de vista particular (No institucional); aumentándose este año un punto más su intensidad al haberse realizado al hilo del Premio otras Jornadas y Talleres de lectura (en Pozoblanco). Únicamente queda animar a la lectura de la obra, a quien no lo haya hecho, y disfrutar con unos cuentos cargados de afectividad y cariño.