viernes, 29 de mayo de 2009
Sorolla: un lujo en Los Pedroches
Aún hay tiempo para el que quiera, pero no tanto. En Hinojosa se sigue exponiendo en su Museo Municipal, hasta el día 10 de Junio, un buen retazo de pintores contemporáneos del Museo Nacional de Bellas Artes de la Habana. Cosa buena a un tiro de piedra. La muestra de Sorolla nos encanta especialmente, porque siempre me ha gustado el luminismo del valenciano; esa manera tan personal de retratar la luz con la solvencia artística de principios naturalistas y la técnica europeista, pero con un toque personalisimo que le hace inconfundible. Esa fina elegancia del pincel líquido de Sorolla no se olvida en la vida, porque entiende como nadie las texturas de una realidad que capta con una retina prodigiosa, y las proyecta al lienzo con el magisterio de un genio. El Museo matritense de la calle Martínez Campos siempre es un buen reclamo del artista finisecular (s. XIX) para entender al maestro, pero es que ahora nos lo ponen delante de las narices, con obras de primerísima calidad y con tempo y ritmo inmejorable: porque se puede visitar con el sosiego que requieren las obras de arte; que a veces las vemos a tragullo, en Madrid o Bilbao con empellos de turista con la imperiosa premura. Aquí en Hinojosa puede una disfrutar de lo lindo, cuadro a cuadro, con mirada firme y lectura clara; interpretando temas y calidades, la personalidad del pincel y las preocupaciones del artista: un subjetivismo realista empeñado en retratar los sencillo y cotidiano. Tal cual es, si bien impera la personalidad del artista interpretando con su mirada tan particular; y sujeto a eclecticismos estéticos que, como vemos, a veces contradicen las propias inercias estéticas de los grandes jerifaltes de la pintura. Un maestro en toda regla, con el porte clásico, el saber hacer y el dominio del oficio. Denostado a veces por la sinrazón de lo europeo (coetáneo), pero ensalzado siempre por su extraordinaria obra, que emerge sola sin necesidad de medianías (poderes mediáticos, grandes exposiciones, etc.), con las calidades que solo puede ofrecer un fruto que es grande y bueno, y basta solo con verlo. Así es la pintura de Sorolla. Enhorabuena a Hinojosa, que nos deleita con esta breva que hay que disfrutar con regusto, edulcorada además con las nada desdeñables calidades de Zuloaga, Vila, PInazo, Etc. Conceptualizaciones distintas entre los subjetivo y realista de Sorolla y el formalismo de otros valencianos, que encaran con mayor objetividad otras formulaciones más próximas al Simbolismo, como Zuloaga; o el Modernismo de Rusiñol y Casas. Lo dicho, todo un lujo en el salón de nuestra casa, ¿Alguien da más?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario