viernes, 8 de noviembre de 2013

Brillante rayo de luz (micro)

El auténtico talento supera todas las barreras del mundo. Martín llevaba toda una vida adosado a su mesa, al arrimo de su lamparita de neón y los cachivaches elaborados con la mayor satisfacción del mundo; saliendo a diario a su pequeño paseo embebido en sus meditaciones profundas, nada filosóficas, casi siempre en relación con sus artificios e invenciones. Nadie dudaba de su ingenio y capacidad desbordante, pues con limitados recursos había creado un sinfín de maquinitas bien prácticas: un rascador automático que llegaba a las partes más alejadas de la espalda; un celaje movido con mecanismos internos; un balancín de pies automatizado y un reposalibros multifunciones; y qué decir..., de todas las estufillas de los habitáculos de los congéneres de su eterna convivencia (amigables compañías a la sazón del tiempo), realizadas con mezquinos ladrillos y muelles de los camastros al arbitrio de pobres resistencias. Todo un alarde de técnica y mecánica resuelto con la pericia e inteligencia de un hombre cargado de sensatez. Hacía ya años que habían pasado los desatinos morales y desajustes de comportamiento. Ahora todo era vida cabal dedicada a la invención y la creatividad. Contaba con la quietud necesaria, el hábito y la solvencia precisa para dedicarse diariamente a nuevos retos. La generosa sociedad, que habitaba al otro lado del mundo, tenía con los trasgresores la deferencia de haberle concedido el mayor regalo del mundo: el tiempo. Le habían otorgado, al tenor de la diosa Fortuna, la gigantesca prebenda de cincuenta años en el penal.

QUE PARE EL TREN EN LOS PEDROCHES

QUE PARE EL TREN EN LOS PEDROCHES
Vista Parcial de la Manifestación en la Estación de Villanueva