La localidad de Santa Eufemia constituye uno de los grandes pilares de patrimonio monumental e histórico de Los Pedroches. Sin embargo, creo sinceramente que es también uno de los lugares que menos se conocen realmente, y las visitas turísticas que se realizan suelen ser bastante poco fructíferas. Una sale de allí una y otra vez con cierta insatisfacción, con la sensación de no estar viendo y sintiendo poco más que el pobre cascarón de un impresionante legado. Mucha culpa de ello tiene el hecho de no estar suficientemente estudiado a nivel exhaustivo tanto la parcela monumental como la histórica; también es verdad que documentación (material y bibliográfica) a un nivel medio (de divulgación general) hay más que suficiente, pero en esta ocasión no se hace operativo a nivel práctico (no se ha puesto en valor todo su potencial). No existe un buen itinerario por el pueblo para recorrer los vestigios existentes con información solvente; y ocurre lo mismo con las notas informativas del castillo de miramontes, pues los restos del castillo son vestigios arqueológicos (en cuanto a la entidad castrense) que nos trasladan en buena medida al pasado, pero hasta llegar arriba hay un conjunto de restos (el entorno, que lo era del castillo y su ciudadela) de sumo interés que requieren una explicación, y para el turista pasan completamente desapercibidos. Tampoco se ha aprovechado adecuadamente el entorno (biológico, paisajístico, etc.) en sintonía con los recorridos por las ermitas rurales de este pueblo. la conjunción de Historia y naturaleza debe ser bien explicada, pues es fundamental para cualquiera que desee realizar distintos recorridos. A pesar de todas estas limitaciones y carencias es uno de los lugares donde más se disfruta, pues se pueden explorar bien los retazos de murallas del último medievo (1474, la potencialidad de ese mudéjar de la Encarnación que dejó impronta en las parroquias de su entorno; las vibraciones de la mesta en Veredas y la captación de las esencias militares de este castillo-vigía de Miramontes. Santa Eufemia es siempre recomendable.
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